Repost de @todoesuno La era moderna se caracteriza por una búsqueda de la libertad sobre todo lo demás.Antes de ser sujetados a 300 años de colonización, los pueblos originarios de México buscaban la libertad en el Nagual.El mundo se dividía en dos partes: el Tonal y el Nagual. El primero es el mundo de las cosas con nombre, el orden social y natural a tu alrededor, así como tu lugar dentro de ello. Esta definición inicial te seguiría siempre, estableciendo tu rol por el resto de tu vida.El Tonal era una luz que te guiaba por la vida, pero también era limitante. Las expectativas sociales y culturales te sujetaban a un camino específico, sin mucha libertad. La raíz “na”, se encuentra en muchas palabras, en el lenguaje náhuatl; “naualli” es el individuo que ejerce “nauallotl”: la magia. “Nahualli” también era el nombre de los sabios, «aquel que profundiza o penetra en las cosas».De ahí vemos que el mundo Nagual era el que abarcaba el Todo, tanto el Tonal como las cosas que no tienen nombre. Acceder al Nagual es el acto de percibir el mundo sin limitaciones, como un sistema de sistemas. El ser Nagual te conecta con la percepción animal para expandir tu Tonal, ver la sombra de los misterios y actuar con poder para transformar el mundo a tu alrededor. @squid.licker nos presenta la mujer envuelta en el manto del jaguar, animal Nagual de Tezcatlipoca Negro manifestación del viento y tinieblas, el misterio. De sus manos surgen garras y sujeta una serpiente cadavérica. En su hombro se posa un venado azul, símbolo del saber vivir bien. La mujer Nagual sostiene la muerte en la mano y la vida en el hombro, preparada para la creación.El mural deshebra el tejido cultural del Nagual y lo reinterpreta como un impulso hacia la creación y el emprendimiento, transformando un espacio público en un templo urbano inspirado en el sueño de un renacimiento mexicano.